Se viene otra prueba de fuego. Tras la dura caída a manos de Villa Dálmine y las posteriorres victorias de Instituto (4-0 ante Flandria) y Belgrano (3-0 sobre Defensores), en los pasillos de Ciudadela saben que no pueden volver a pisar en falso, sobre todo porque el torneo ya se encuentra en la recta final y todos los equipos de la categoría intentarán terminar mejor posicionados para el Reducido.
Si bien el “Santo” tenía la posibilidad de descontarle puntos al líder Belgrano- que parece tener ya en el bolsillo el ascenso a la Liga Profesional-, no lo logró y encima dejó dos puntos importantísimos en Campana. Pero no es la primera vez que esto le sucede.
Durante todo el torneo, San Martín fue un vaivén. Cuando parecía que tenía todo para encaminarse al primer puesto y revalidar los partidos difíciles que logró sacar de la galera, se derrumbó y no encontró respuestas. Le ocurrió en la caída con Mitre de Santiago del Estero (venía de vencer a Ferro 4-1) y en la victoria 4-0 ante Santamarina (luego sumó dos empates en fila).
Y cuando parecía que de una vez por todas se levantaba anímicamente tras ganarle de visitante a San Martín de San Juan, posteriormente cosechó tres empates y una derrota.
Una muestra de carácter ante Güemes de Santiago en La Ciudadela con un 4-0 lo invitó una vez más a soñar, pero en la fecha siguiente volvió a decaer y no pasó del cero ante Deportivo Riestra.
“Vamos hasta el final, el año pasado lo demostramos, nos dieron por muertos y jugamos el último partido con Tigre. Si no es por el camino más corto será por el camino más largo”, había declarado Hernán Pellerano, pos empate con el “blanquinegro”.
Con ese semblante de seguir peleando, San Martín se tuvó que enfrentar al puntero Belgrano y logró un gran triunfo, que hizo delirar a todos en La Ciudadela. Esos tres puntos, hizo pensar a más de uno en Bolívar y Pellegrini, que los cuatro partidos restantes, el “Santo” sería una verdadera topadora.
Otra vez, no sucedió y los dirigidos por Pablo De Muner volvieron a dejar muestras de poco fútbol, con un planteo extraño, que Villa Dálmine, supo aprovechar a la perfección.
La última vez que San Martín logró dos triunfos de manera consecutiva, fue en abril, en las fechas 10 y 11, respectivamente. Primero con Independiente Rivadavia (2-0) y después, con el ya mencionado Ferro, en Caballito.
Desde entonces, todo se transformó en un sube y baja constante para “Tomate” y compañía, con ocho partidos ganados, 11 empatados y cuatro perdidos. Aspecto que colmó la paciencia del hincha, que pide por un equipo más regular.
Con todos esos antecedentes, San Martín, el sábado, estará ante una nueva oportunidad de volver a la victoria ante su gente y porqué no, de una vez por todas, lograr estabilidad en los encuentros que restan. Ya que el “Santo”, también puso en riesgo la posición de privilegio que había logrado durante gran parte del campeonato.
Si el deseo es ascender, ganar los tres partidos que restan será clave sobre todo, para el envión anímico que les permita encarar de la mejor manera los partidos por el Reducido.
El empate de Gimnasia de Mendoza mantuvo en el tercer puesto a San Martín y lo dejó con vida. Ahora, con un Belgrano que ya se alejó, el objetivo más inmediato para el conjunto “rojiblanco” será volver a ser escolta para avanzar directamente a las semifinales por el segundo ascenso.
“Hay que ganar el sábado, el partido con Gimnasia, en Jujuy y con Flandria, es la única posibilidad que tenemos para pelear por el segundo puesto”, dijo Lucas Diarte, pos derrota con el “Viola”.
“Si hubiéramos ganado, en vez de empatar tanto, no se notaría cuando perdés. Lamentablemente no pudimos cosechar un buen resultado y nos vamos muy dolidos. Hay que levantar cabeza y sumar la mayor cantidad de puntos posibles”, añadió Hernán Lopes sobre las tres “finales” que vendrán.
Rearma el equipo
Mientras el plantel continúa con los entrenamientos en el Complejo “Natalio Mirkin”, de cara al partido del sábado ante Almirante Brown, en La Ciudadela; su técnico Pablo De Muner deberá definir quién será el reemplazante de Hernán Pellerano, expulsado en la derrota ante Villa Dálmine. De esta manera, quien pica en punta para ocupar su lugar es Fernando González, que no juega como titular desde la fecha 27, en el empate a cero con Chaco For Ever.